Protección en Geriátricos: Detectores de humo y Rociadores Automáticos

Es indispensable que los geriátricos cuenten con sistemas que descubran el incendio en su fase inicial y lo extingan rápidamente, como los detectores de humo y los rociadores automáticos, para combatir el fuego desde el comienzo y evitar que se expanda.

Realizar la evacuación de un lugar es sencillo si se cuenta con los elementos necesarios y con un plan previamente establecido, pero la situación cambia cuando quienes lo habitan son personas mayores, con movilidad reducida.

En estos casos, es fundamental que haya personal capacitado para accionar los elementos de extinción y una asignación de roles que le indique a cada uno cómo debe actuar y qué función debe cumplir en caso de que se produzca un incendio.

Por este motivo, las instalaciones fijas cumplen un papel elemental en estos establecimientos: los detectores de humo evitan muertes por inhalación de monóxido de carbono o gases tóxicos.

Las alarmas de incendio se activan de manera automática o manual y anuncian el siniestro de manera inmediata. Ayudan a acelerar la evacuación del lugar. Las luces de emergencia no pueden faltar para favorecerla.

Los rociadores automáticos expulsan el agente extintor ante el inicio del incendio de manera autónoma, sin necesidad de que el personal o los pacientes intervengan.

Debe haber extintores en todos los pisos, libres de obstáculos. Es indispensable contar con una fuente directa para el aprovisionamiento de agua de los hidrantes.

Cuanto mayor sea la protección del lugar, menor va a ser la posibilidad de que se produzca un accidente. Cuidar la integridad de los mayores es muy sencillo con una empresa como MaxiSeguridad, que trabaja con técnicos expertos y años de experiencia en el mercado.