Las bombas contra incendios normalmente se instalan en una sala específica, aunque también se pueden instalar en salas de máquinas compartidas con otros sistemas hidráulicos.
Todo equipo de bombas se compone de una o dos bombas denominadas principales, que deberán ser fabricadas y dimensionadas en base a las recomendaciones de la NFPA 20, más una bomba, normalmente vertical, denominada Jockey.
La misión de esta última es la de arrancar para restaurar la presión en el sistema, ya sea por posibles fugas o cambios de presión.
Las bombas principales son las que han de funcionar en caso de incendio. Hay diversas configuraciones para estas, aunque la más común es la de una bomba principal y otra en reserva por si fallara la primera.
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