“Bajen que se está prendiendo fuego el edificio”

“Bajen que se está prendiendo fuego el edificio”

Los vecinos de un inmueble, que se estrenó hace pocos meses en la ciudad de Rosario, tuvieron que auto evacuarse para escapar de un incendio que un cortocircuito provocó en la sala de máquinas, ubicada en el piso diez.

Los gritos, el miedo y la desesperación fueron los protagonistas de esta historia, cuya trama hubiera sido diferente con ensayos previos, como simulacros de evacuación y capacitaciones en el uso de los elementos contra incendio.

A través de los testimonios de los vecinos te explicamos qué comportamientos tenés que evitar y cuáles son los pasos básicos a seguir para lograr una evacuación eficaz.

 

“Escuche a mis vecinos que gritaban ´se está prendiendo fuego el edificio´, me asusté y bajé corriendo, dejé la puerta abierta”.

Durante un incendio es fundamental mantener la calma. Aunque parezca difícil hacerlo, cumplir con este requisito es el primer paso para lograr una correcta evacuación. Correr o empujar va a perturbar el ambiente y entorpecer la salida al exterior.

Se debe abandonar el edificio en forma ordenada y siempre por las escaleras. Una vez fuera no se puede volver a ingresar por ningún objeto.

 

“Agarré un matafuego para intentar apagarlo, pero ya era tarde porque el fuego se había descontrolado”.

Las instalaciones fijas como detectores, rociadores o alarmas, se ponen en funcionamiento de manera automática, evitan la exposición de cualquier persona hacia el fuego y aceleran la evacuación al anunciar el siniestro en su fase inicial.

Los extintores y los hidrantes pueden ser accionados por los vecinos, por eso es fundamental que estén capacitados en su uso.

Es importante llamar siempre a los bomberos, aunque creamos que el fuego puede controlarse con los elementos contra incendio que posea el edificio. 

 

“Intenté salir al palier, pero no pude respirar y tuve que volver a entrar”.

Si el fuego o el humo ya invadieron los pasillos y las escaleras, lo ideal es dirigirse a la terraza o al balcón, dependiendo del piso en el que se haya iniciado el incendio.

 Estos son los lugares con mayor cantidad de aire puro y mejor acceso para los bomberos.

 

“Me tapé con una toalla mojada, porque me ardían los ojos y la garganta. Fue bastante feo, tuve miedo”.

El humo contiene monóxido de carbono, un gas tóxico que puede provocar la muerte. Colocarse una tela, preferentemente mojada, que tape la boca y la nariz protege las vías respiratorias.   

El aire más respirable se encuentra siempre más próximo al piso, por lo que es conveniente salir gateando.

 

“El humo entró por el hueco del ascensor e invadió todos los palieres”.

Existen dos motivos por los cuales nunca se debe utilizar el elevador durante un incendio.

Uno de ellos es porque el hueco del ascensor actúa como una chimenea y en él se concentran los gases que el fuego produce.

Por otro lado, lo más común es que durante el siniestro se corte el suministro eléctrico. Si hay personas en el interior del ascensor, quedarían atrapadas en un lugar de muy difícil acceso para los bomberos.


“Bajen que se está prendiendo fuego el edificio”